Los caracoles son de esas comidas que o te gustan… o las odias. A nosotros nos encantan y por eso he comprado una bolsa al vacío en Hipercor. ¡Son gordísimos!!! ¡Nos vamos a chupar los dedos!!!
Para que sean picantes se les pone cayena y chorizo picante. A nosotros no nos gustan muy picantes así que pondré un choricito picantón.
¿Qué necesitamos?
1 kilo caracoles precocidos
150 gramos jamón serrano en taquitos
150 gramos chorizo (picante o dulce) en taquitos
1 cubito caldo de carne o 1 cucharada de concentrado de carne (opcional)
1 y 1/2 cucharadita pimentón (dulce)
Tomillo
Orégano
Cominos molidos
2 hojas laurel
2 cebollas troceadas
2 dientes ajo
1 cucharada harina
120 ml vino blanco
Aceite
Sal
Agua
¿Cómo los hacemos?
Sacamos los caracoles del envase y los lavamos bien bajo el chorro de agua fría.
Ponemos un fondo de aceite en la cacerola. Cuando el aceite esté caliente añadimos la cebolla picada finamente y los dientes de ajo laminados. Dejamos pochar hasta que la cebolla esté transparente sin que lleguen a quemarse los ajos.
Incorporamos el chorizo y el jamón, damos unas vueltas y añadimos la harina, removiendo para que se tueste un poco.
Ponemos el pimentón, damos unas vueltas e inmediatamente agregamos el vino blanco y dejamos que dé un hervor para evaporar el alcohol.
Ponemos los caracoles lavados en la cacerola y cubrimos con agua, añadiendo las especias y la sal. Si hemos optado por utilizar el concentrado de carne o el cubito, ahora es el momento de añadirlo.
Vamos probando hasta que haya absorbido todos los sabores y los caracoles estén blandos entre 20 y 40 minutos.